sábado, 5 de septiembre de 2009

Los niños: esas criaturitas ensordecedoras

Llamada telefónica a un restaurante.

Supuesto 1:
- Quería reservar una mesa para cuatro en zona de no fumadores.
- De acuerdo, señor
Supuesto 2:
- Quería reservar una mesa para cuatro en zona de no fumadores.
- Señor, todo nuestro restaurante es de no fumadores.
Supuesto 3:
- Quería reservar una mesa en zona de no niños.
- EEEHHH???? Señor, eso no existe.

!Cuantas veces me ha arruinado una apacible noche un niño berreón! Yo fumo y tengo en consideración a los demás, pero hay padres que no me consideran a mí. Tengo que soportar su paternidad sí o sí. Que conste que la culpa no es de la protopersonita, sino de sus progenitores, que quieren seguir con su vida anterior. Encima, como los viejos están medio curda, inmunizados ante tales alaridos y adoctrinados por revistillas de bebé, lo ignoran. Mecagoentó! ¿Qué coño hace un bebé a las 11 de la noche en un restaurante? ¿Acaso tiene forma de cuna?
Tomároslo como queráis, pero esto es así. Para adoptar hacen un montón de tests y piden un montón de informes y papeles, pero para ser padres biológicos no hace falta nada. Luego nos quejamos de la superpoblación del mundo y de los garrulos que andan sueltos.

Si algún día tengo un restaurante, pegaré un cartel como éste:


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opina todo lo que te dé la gana... No demonizamos a nadie!