Una buena compra, sí señor

Andaba curioseando por eBay, el portal de subastas por excelencia, donde puedes encontrar desde chollos a estafas, pasando por cachivaches. Pues bien, entre el anuncio del semen de unicornio y el de la sangre de una de las brujas de Eastwick, estaba ella. No tenía ninguna puja, casi ninguna visita, toda desangelada. La gané por 11 €, más 25 € de gastos de envío. Un chollo. He aquí la foto de mi compra:

Mirad qué linda bola de cristal. Y qué barata y funcional (de esto último no tengo la seguridad de que así sea, pero bueno...) Empecé pensando qué quiero ver sobre el futuro: números de la lotería, las coordenadas de dónde se encuentra el Santo Grial, la fórmula del elixir de la eterna juventud, el teléfono de Tim Burton para preguntarle qué toma antes de hacer sus pelis... Pero antes de poner en marcha el precioso artefacto de cristal, ví de refilón el calendario y observé con miedo que faltan pocos días para volver a inaugurar el curso político. AAAAAAHHHHHH! Mierda! ¿Con qué nuevas frasecitas y afirmaciones nos deleitarán nuestros patéticos polítitos? ¡Tengo una idea, una gran idea! Consultemos a la bola...

ZP y su prole de ineptos: Hay brotes verdes, la economía está mejorando, hay menos paro (no es por la temporada turística, qué va!), todo va a mejor...

Marianín y sus perras castigadoras (Soraya y Cospedal, en sus casas): ZP es un inútil, deben dejarme a mí ocupar su asiento porque yo lo arreglaría, pero si digo cómo, igual me copia... Y mi discurso no es laxo, es que no doy para más...

IU: cri, cri, cri... [De vez en cuando aparecen en los medios, pero tampoco convencen]

Después de la visión de la bola, que seguro es acertada, me bebí todo el vino de cocinar, más que nada porque del bueno ya no quedaba. La verdad es que lamento profundamente vivir en un país al que no le veo un futuro muy prometedor. Hacía días que no me entraba el tembleque del día de hoy. En agosto todo es jauja, pero al entrar septiembre... Buf! Por cierto, la huelga general, será un fiasco, y eso que no he consultado a la bola. No me hace falta.

Mi primer cumpleblog (leer con voz aguda)

Pues eso, si fuera una fémina fuera de control, haría grititos y palmaditas cursis para celebrar que hoy se cumple un año desde que empecé a bloggear. Y pondría este tierno dibujito, a esperar que otras féminas fuera de control me escribieran comentarios igualmente cursis. Pero como no es el caso, evitádmelo, oka?

La cuestión es que soy un tipo de persona inquieta, siempre tengo muchas iniciativas y empiezo cosas que luego, por lo que sea, abandono. Como aquella vez que me apunté a macramé o el arte de hacer nudos controlados en una serie de cordeles.

¿Y qué haré para celebrar el cumpleblog? Pues nada en especial. El trabajo lo tenéis vosotros. Más que nada, como veo que me he tomado relativamente en serio el tema de actualizar el blog, me gustaría conocer vuestra opinión sobre el blog. Básicamente, qué cambiaríais o añadiríais. Cualquier idea será bienvenida.

De cómo los infantes son la excusa perfecta

Antes de nada, huelga decir que yo no tengo descendencia, por diferentes razones que no vienen al caso. También decir que los niños, por lo general, me gustan. Lo que no me gustan son los padres, quienes en ocasiones sobreprotegen y crían a los hijos como si fueran huevos de Fabergé, y no cachorros mamíferos que lo que deben hacer es arañarse entre ellos, cubrirse de barro y comer arena en la playa.

Hace unos meses despotriqué sobre lo muy molestos que son los niños en los restaurantes y bares (la culpa, de sus padres, of course). De hecho, pienso que si yo regentara un tugurio, prohibiría el acceso a menores de 12 años. Y a quien no le vaya bien, a tomar viento fresco, que bares sobran en este país.

Hoy quiero manifestar mi profundo malestar por los padres que, en muchas ocasiones, usan a sus hijos de excusa para disculparse por haber llegado tarde, no haber hecho x tarea en el trabajo y, en definitiva, usarlos como disculpa. Paréntesis: supongo que esto de llevar el rebaño de cachorros a diario es chungo, pero para mí es discriminación positiva para los que no tenemos hijos. Cierro paréntesis. Y seguro que algunas veces se tiene razón, pero otras viene como anillo al dedo poner a los niños como excusa cuando, en realidad, lo que ha sucedido es que se han ido a tomar colococos hasta las tantas, estaban viendo la tele o metiéndose el dedo en la nariz. Sea como fuere, yo tengo dos gatos que me necesitan mucho y dependen de mí, pero si les digo a los compis del trabajo: "no he podido hacer tal cosa porque tenía que dar la cena y acostar a los gatitos", seguramente se reirían de mí. Pero si cambiamos la palabra gatito por niño, caso cerrado.

Por qués sin respuesta

Muchas veces nos preguntamos el por qué de un hecho, lo meditamos, incluso lo llegamos a comentar con alguien, pero casi nunca encontramos una respuesta que nos satisfaga. Lo que realmente buscamos es LA respuesta, aquella que provoque que dejemos de pensar en el tema, no que nos calme momentáneamente para seguir, al cabo de dos minutos, pensando en ello. He aquí algunos ejemplos de temas que no tienen una respuesta relajante:

- ¿Por qué cuando escribimos un email o hacemos una entrada en un foro, blog o red social, usamos jejeje o jajaja cuando, en realidad, no nos estamos riendo? ¿Tan poco confiamos en la capacidad del lector para saber que has escrito una broma o una ironía?

- ¿Por qué hay gente que es completamente incapaz de llegar puntual? ¿Tan poco vale mi tiempo, que pueden usar y abusar de él? Y para más inri, si algún día has tenido tú un problema que te retrase, como lo habitual es que llegues a tiempo, te cae una bronca de órdago.

- ¿Por qué ciertas personas, cuando estás en un establecimiento hostelero y hay que pagar, parece que tienen la cartera cosida en el forro del bolsillo? Con lo fácil que es el equilibrio "hoy tú, mañana yo". Y siguiendo en el tema de pagar cuentas en bares/restaurantes, ¿por qué hay personas que se enfadan si no pagan ellos y te atacan con un "es que mi dinero no vale?!!!!?!!! " ?

- ¿Por qué cuando navego por la red me tienen que bombardear con mogollón de publicidad asquerosa, fraudulenta e insoportable? ¿Tan espantoso es su producto que tienen que adocenarlo en forma de pop-ups, spam y demás, a ver si venden? Mejor que los señores dueños se planteen poner un jardín botánico. Seguro que triunfarían más.

- ¿Por qué durante la infancia muchos de nosotros hemos pasado una irritante fase de "porqués", provocando bucles dialécticos sin fin? Ejemplo: ¿Por qué no puedo comer patatillas? Porque vamos a casa y cenarás allí. ¿Y por qué vamos a casa? Porque es hora. ¿Y por qué es hora? Pues porque es tarde y mañana tienes cole. ¿Y por qué es tarde y tengo cole? [Llegados a este punto, te caía el bofetón]

Queridos, si alguien me puede ayudar con uno de estos interrogantes, tendrá mi gratitud de por vida (no cuentan las reencarnaciones, ok?)

Para que a los taxistas se les declare subespecie

A la atención de los Señores antropólogos. Sean tan amables de leer las siguientes observaciones:

Hasta hace unos meses, en Menorca los taxis no tenían taxímetro. Sí, sí, NO tenían taxímetro. ¿Y cómo cobraban los servicios? Pues llevaban un listado infecto, plastificado, con los precios entre una y otra población. El hecho de cobrar por listado provocaba que fueran veloces como un rayo, por el camino más corto, pasando semáforos en ámbar y adelantando todo lo que podían. Al llegar al destino, consultaban su mugrienta lista: "Mmm... son 23 €". Claro, tú a pagar y sin tener ni idea de si habían añadido unos euretes al importe que les aparecía sobre papel. Y eso que yo soy una persona autóctona. Ni me imagino lo que hacían con los pobres turistas...

Hará un par de meses que han instalado taxímetros. Ahora, los taxistas van muy panchos, a 80 km/h., sin adelantar a no ser que el vehículo de delante sea un tractor o un microcar, sin apurar semáforos y, seguramente, "callejeando" algo más de lo debido.

Tras estas observaciones, se puede deducir lo mismo que yo: son unos listos. Respaldándome en todos los hechos anteriormente expuestos, no veo más remedio que declararlos subespecie. Aunque supuestamente son Homo Sapiens Sapiens, como tú y como yo, en realidad su genética apunta a que son Homo Listus Taxius. ¡Ahí es ná'!

PS. Si algún taxista lee este texto, ruego no sea corporativo. No hará nada más que empeorar la opinión que tengo de su profesión.

Summer nights

Hoy he dormido mal. No por salud, sino por los vecinos. Por si no lo habíais notado, en verano algunos hogares se convierten en una fiesta permanente. Veámos qué sucede:

Encuentros sociales en forma de cenitas, donde se bebe vino blanco fresquito, luego unos cubatillas, musiquita de fondo, ventantas abiertas, risas y volumen alto en las conversaciones solapadas de tres tipos que quieren tener razón... Por contra, hay personas en otras casas vecinas, sudando e intentando conciliar el sueño a las doce tocadas. ¿Y qué pasa si yo quiero dormir? Pues nada, tenemos que compartir su jolgorio. Están de vacaciones y no se han podido ir por ahí, o tienen visita del primo del pueblo. ¿Qué hacer ante esta situación? He aquí unos consejos prácticos:

1) Solución de mal rollo: llamar a los municipales. Callarán hasta pasados 5 minutos y seguirán a lo suyo, con el agravante de que te has enemistado con ellos. ¿Y si un día necesitas requesón con miel? No se la puedes pedir a ellos...

2) Solución que no es buena para tí: cubrirte la cabeza con la almohada, cerrar las ventanas y contar ovejitas mientras tú te conviertes en un pollo a l'ast.

3) Solución que enervaría al vecindario entero: pegar cuatro berridos por la ventana, a los que se sumarían otras personas para que te calles tú, o se callen ellos, o nos callemos todos.

4) Solución punk: comprar un pit-bull desequilibrado y soltarlo sin bozal ni correa delante de la puerta de entrada de la "casa-bacanal", llamar al timbre y esperar a que se sientan muy intimidados.

5) Solución para que te manden a freír espárragos: pedir educadamente que se encierren en la habitación del pánico a pasárselo bien sin molestar a los demás.

6) Solución salomónica: bajarse con seis latas de cerveza y una botella de ron y unirse a su fiesta. El problema es el día después, que no estarás demasiado fino...

Y vosotros, ¿qué medida adoptaríais? ¿Proponéis alguna más?

Por cierto, deciros que participo en un concurso de blogs. Tenéis el link abajo a la derecha, donde hay mogollón de porquería de enlaces, clicad en Premios 20Blogs. Si os apetece y no tenéis demasiado calor, votadme. O tiradme verdura podrida. Pero posicionaros, haced el favor, no seáis sosos.

Los supermercados me dan miedo: el desenlace

En el post anterior os cuento el carísimo error de una cajera del super. Ciertamente, los comentarios van encaminados, ya que me dí cuenta sin siquiera haberme movido de al lado de la caja. Cuando me dijeron el importe a pagar, flipé bastante, porque mientras compro suelo sumar mentalmente, a groso modo, lo que me costará la compra, básicamente para impedir que la cosa se dispare, que no estamos para meter mogollón de caprichos, sólo los justos. Pues bueno, pagué y miré la columna de importes para ver qué había pasado y ví los sesenta y pico de euros en zanahorias, sin haber salido del super. Le comento a la cajera, se puso más histérica todavía y llamó al encargado para hacerme el abono. La prueba del delito:

No sé lo que pasó luego, quizá el encargado le metió un paquete impresionante o no. Me da igual. La cuestión es que los clientes de la cola estaban flipando para mal. Apuesto el dinero que me abonaron a que todos revisaron sus ticket, no sea que hubieran comprado 700 kg. de pollo o 20 docenas de huevos.

Los supermercados me dan miedo

Pues eso. Aparte de que odio las largas colas, las madres que van con el cochecito del niño empujando y fastidiándole las espinillas al prójimo y las diversas tretas que usan los empresarios para sacarnos las pelas (prestad atención a los packs ahorro de cualquier producto, suelen ser más caros que los envases individuales), lo que más miedete me dan son las cajeras, que cobran a destajo y pueden cometer algún que otro error, maximizándose en el caso de ser sus primeros días.

Me tocó. La cajera que me atendió, novata y muy nerviosa por las pedazo de colas que se iban formando, tecleaba y pasaba códigos estando al borde de un ataque de nervios. Y he aquí un escaneo de parte del ticket. Para ahorraros rebuscar en el listado, he encuadrado un artículo que es para fliparlo. Observad bien:

Bueno, ahí está la anécdota, económicamente muy muy cara. O bien tengo un burro al que le doy muchas chuches en forma de zanahoria, o tengo cara de necesitar ayudar a mi piel a broncearse gracias al B-caroteno de los 44 manojos que, supuestamente, compré. Ni qué decir de las dudas que tengo sobre si en todo el supermercado existían 44 manojos.

¿Cómo creéis que terminó la historia? ¿Se dió cuenta la histérica y novel cajera? ¿Me dí cuenta yo? ¿Me abonaron la diferencia? Si alguien acierta, se le enviará una botella de Ribera reserva, pero sólo el casco, que el interior ya pasó a mejor vida el domingo a la hora de comer.

La respuesta, mañana a eso del mediodía.

Cruzadas 2.0

Hace unos meses ya comenté que La Caixa enloqueció con una serie de medidas de seguridad para combatir la mortífera Gripe A (¿recordáis las alarmas a nivel mundial? ¿cuántas vacunas se compraron en este país, que ahora estarán en algún almacén?). También dí mi opinión sobre lo mucho que me molesta que el dinero que tenemos en los bancos esté en un limbo (=invertido en Bolsa). Pues bien, ahí va una nueva historia.

Hoy no hablaré de cosas tan genéricas y globales como las anteriores, sino que os contaré lo que me pasó el sábado por la noche, pensando que sería una noche de lo más agradable y divertida. Fui a sacar dinero con mi asquerosa tarjetita de débito de La Caixa en un cajero de BBVA, a sabiendas de que, a pesar de ser Servired, me cobran comisión (qué chachi!), y va el cajero y se la traga: pantallazo y se queda como si todavía se tuviera que introducir la tarjeta. Tres llamadas a un apestoso 902 de Servired para ver si podían reiniciar el cajero de los cojones, y nada. Llamada a otro 902 de La Caixa-Visa para anular la tarjeta, y me dicen que cuando solicite una nueva me piensan cobrar, "a no ser que tenga buen trato con su oficina". Pero bueno!!!! Mecagoentó!! Qué narices os habéis creído? Qué maldito servilismo estamos obligados a tener con Sus Santidades los bancos! Odio los bancos! Mucho! Viva la caja de zapatos debajo del colchón!

Bien, bien... Ya me desahogué un poco... Esta mañana he hablado con mi maldito banco y me han dicho, con mucha condescendencia, que no me cobraría, que se ponen en la piel de la persona y que no les parecería moral cobrar de nuevo (y eso que el trato que tengo con ellos no es precisamente bueno, siempre que voy es para quejarme). Son más buenos que Ghandi y la Madre Teresa juntos...

¿Y por qué he titulado este post como Cruzadas 2.0? Pues porque me quiero cambiar de entidad bancaria. No! Mejor aún: no quiero tener ninguna cuenta en ningún banco! Así, amigos míos, quiero animaros a vosotros a rebelaros. No más comisiones a diestro y siniestro, basta ya de cobrarnos por una miserable tarjeta de débito, que estáis ahí porque nosotros, los pringaos, os metemos el dinerito en vuestro infecto banco para que juguéis a la Bolsa. Vayamos todos como hordas de Uruk-hai mutados en Templarios y saquemos todos el dinero de golpe, a ver si lo tienen en cash en las oficinas (no, no lo tienen, pasaría como con Lehman Bros., acabará petando el sistema un poco más). La nómina, en un sobre, las facturas las pagamos en efectivo en correos, los que tenéis la suerte o desdicha de estar hipotecados no lo tenéis fácil, pero pagad con un ingreso en la oficina, al igual que los alquileres. Abajo con el capitalismo financiero! Y ya de paso, volvamos al sistema de trueque, que así nadie se enriquece con nuestro trabajo.

Teeengo huevos frescos de corral!! Pollos camperos a buen precio!!!!