jueves, 19 de enero de 2012

Rozando la pantomima (basado en hechos reales)

Voy a media mañana al cajero, a sacar parte de mi pobreza por la divina ranura de esta máquina capitalista y me encuentro con una cola importante para usarlo, como de siete personas. Una chica va a hacer un ingreso, otra recarga el móvil, un señor va a sacar dinero (con una libreta!!!! todavía existen!!!)... A todo esto, entra una señora mayor en la oficina que quiere pagar una factura. Se dirige a uno de los dos empleados del banco, que no está atendiendo a nadie y le comenta que si le puede hacer el pago. El empleado le explica (muy amablemente, por cierto) que ya no se pueden pagar facturas por ventanilla, sino que tiene que hacerlo a través del cajero. La yaya en cuestión palidece porque no quiere enfrentarse a Cajerator, pero el chaval del banco le dice que él la ayudará.

Una vez el trabajador se prontifica, va con ella hasta el enemigo tecnológico y le pide el dinero con el que pagará la famosa factura, que es un billete de 50 euros. Al verlo, le dice a la señora que le cambiará el gran billete (sí, sí, un billete de 50 euros, hoy en día es un GRAN billete) por algunos de menos valor para agilizar el asunto. Se va hasta su terminal, cambia el billete, vuelve al cajero y le va enseñando a la señora los pasos que tiene que dar: pulsar "pagar", poner el código de la factura bajo el escáner, meter el billete en la ranura... La señora tiene miedo, no se entera muy bien, si fuera conocedora se bajaría la guía desde meristation (hay que ser friki de los videojuegos para haber entendido esto último, por lo de estar atascado en un nivel de un juego y necesitar saber cómo cojones continuar y todo eso). La señora asiente en todo, no sea que el "profe" del banco le coja manía, o la suspenda... Ale, factura pagada!

La señora seguro que cuando tenga que pagar otra factura, no se acordará de nada (no la culpo, es como mi yaya, se lía hasta con el mando de la TV) y otro amable trabajador del banco tendrá que darle cambio y ayudarla. ¿WTF es ésto? Entiendo que los bancos pretenden reducir los trabajadores humanos a base de hacernos usar a los clientes las máquinas, se ve que todavía no tienen suficiente margen de beneficios (¿¿????) pero mientras no muera el segmento de población que, por edad, no se entera de cómo hacerlo, ha puesto profes (=trabajadores de ventanilla) que tienen que estarse toda la mañana yendo y viniendo hasta el Cajerator a ayudar y explicar a los yayos cómo usarlo. ¿De verdad es necesario estresar a los yayos? ¿No sería mejor que los atendieran directamente en su terminal y sanseacabó? Muchísima gente ya usamos los cajeros para casi todo (menos para quejarnos de cláusulas abusivas y tal), ya se han disminuído las filas para ser atendidos en caja, seguro que ya han despedido a muchos curritos, así que por favor atiendan a los yayos humanamente y con un humano. Graciasdenada.

lunes, 16 de enero de 2012

No soy geek pero tengo curiosidad tecnológica

Es sabido que la tecnología nos ayuda a mejorar nuestras vidas, excepto cuando se cuelga el ordenador, la impresora se queda sin tinta, se va la luz, internet se estropea, revienta el disco duro con todos nuestros datos y no tenemos copia de seguridad, nos entra un virus o el sistema operativo se queda obsoleto. Pero nos ayudan mucho! Y por ello todos tenemos gadgets más o menos modernos que nos permiten estar al día sin que ello nos suponga mucho esfuerzo económico (hay que ver lo mucho que han bajado los precios de los productos tecnológicos). Luego están los geeks, aquellos que todos los meses se compran lo último de lo último no por necesidad, sino porque viven en casa de sus padres y pueden gastarse el sueldo en trastos de éstos (léase el comentario desde la ironía, no desde el reproche).

Todos tenemos teléfono móvil, más o menos actual, y todos estos aparatos se dividen en dos grupos: teléfonos táctiles o teléfonos con teclado físico. Y esto es como en el cole"¿a qué clase vas? ¿A o B?" y la eterna discusión sobre qué grupo es más bueno, sólo que ahora no nos apedreamos con los contrarios. Yo personalmente prefiero el teclado físico, ya que el táctil es un desastre: se abren ventanas si lo rozas con la oreja al hablar, o si no te acuerdas de bloquearlo y lo guardas en el bolsillo llamas a gente, aparte de que creo que dan más fallos operativos. Ni qué decir de cuando pasas ventanas moviendo el dedito encima de la pantalla, cual taxidermista tecnológico. Pero esto va a gustos.

El otro día conversaba con mi pareja sobre qué tipo de móvil se demanda y usa más: ¿táctil o físico? Yo creo que a día de hoy el táctil, más que nada por la novedad, porque sé de muchos usuarios que han probado el táctil y han vuelto a la tecla. ¿Qué creéis y/o usáis vosotros?

jueves, 12 de enero de 2012

Perdónales, sólo son chafarderos

Mucho se critica y habla sobre los programas del corazón y las revistas del mismo corte. A mí no me interesan para nada, reconozco que en algún momento he dejado el pulgar quieto en el mando y en menos de un minuto he seguido con el carrusel de canales (¿para qué tantos malditos canales si son todos como un teletienda o como un papel couché animado? Suerte de La Sexta Cine...). En ese momento he cambiado de canal porque son una bajeza humana, me parece horrible sacar a dos señoras gritando como locas y llorando y discutiendo por una tercera persona que me es, al igual que ellas, desconocida. Seguro que hay un guión, pero es que me da igual, no me va. Pero a mucha gente sí, y eso no es algo malo, no seáis esnobs. ¿Queréis saber por qué? He aquí mi hipótesis:

Hace unos siglos, no había ni tele, ni cine, ni consolas... La gente (solamente los clase bien, no el pueblo llano) iba al teatro, la ópera o leía, era su manera de entretenerse. Las masas se conformaban con estar asomados en la corrala y viendo la discusión de la casa de enfrente, a Clotilde y Filomeno fornicando en el granero, al panadero atando gatos para que tiren de su carreta o a la niña del vecino ardiendo en una pira por estar acusada de brujería. El chafardeo de corrala siembra la semilla para que, una vez inventada la tele y las revistas rosas, aparezcan tooooodos los programuchos del cuore que hay ahora mismo. No ha cambiado nada, la gente es chafardera por naturaleza, sólo ha cambiado el soporte (corrala ---- > tv). Así que para AcabaráPetando es un honor dar una presunta exclusiva:

Los programas y revistas del corazón son la evolución natural de otras prácticas humanas ancestrales, por lo que son necesarios para llenar las vidas de un segmento importante de población.

Los clase bien siguen yendo al teatro, la ópera, han ampliado con el cine, las exposiciones y conciertos, leen con cierta asiduidad, alimentan el alma. El popolo sigue intrigando sobre las vidas ajenas. Tú decides en qué segmento te mueves, lo que no está bien es criticar a los del otro bando, cualquier de las dos posturas es natural y evolutiva.


lunes, 9 de enero de 2012

Gobierno de Fondo de Bikini

Hará dos años comenté la posibilidad de que Bob Esponja ocupara la Presidencia. Ahora tenemos al Sr. Rajoy, pero ni de él ni de su equipo pienso hablar, son ya muchos días en los que la prensa seria y no tan seria ha diseccionado el asunto, y creo que no es mi papel en esta vida y este blog. En vez de eso prefiero entretenerme pensando en qué pasaría si España fuese Fondo de Bikini, y Mariano fuera Bob Esponja. Fácil: habría formado otro equipo de gobierno muy distinto al que tenemos por aquí. He aquí mi idea de lo que sucedería:

El Sr. Cangrejo se ocuparía del Ministerio de Economía. Conseguiría reducir el déficit, e incluso conseguiría superhávit, ya que su naturaleza tacaña provocaría gasto 0, y su hiperdesarrollado olfato hacia la divisa haría que no pararan de entrar camiones transportando palés de billetes.

Patricio Estrella podría hacerse cargo de Hacienda, ya que su tontuna quedaría mitigada por la alta capacidad de no gastar del Sr. Cangrejo.

Arenita sería la Vicepresidenta, por su carácter luchador y porque tiene la misma voz de pito que Soraya.

Calamardo debería ser el ministro de Interior. Su mala uva y su amargura quedarían así en el interior de su casa, y se la ahorraría a sus ciudadanos.

Plankton se encargaría de la cartera de Exteriores, como es tan chiquitín moverse por el mundo le saldría a las arcas por unas pocas monedas.

La Sra. Puff podría estar en Justicia, ya que su infinita paciencia le serviría para no alterarse con la manga ancha con la que se juzga e investiga a ciertos personajes.

¿Me he olvidado de alguien imprescindible? ¿Investiríais este equipo o bien lo embestiríais?




jueves, 5 de enero de 2012

Oda al constipado

Oh! Moco! Mi moco!
Naces fruto de los virus,
esos seres que no pertenecen
a ningún reino de la naturaleza.

Oh! Moco! Mi moco!
Tú me atascas la nariz,
haces que estornude locamente.
La carraspera me mata.

Oh! Moco! Mi moco!
Tienes nombre japonés,
Mimoko Yamamoto.
Te odio mucho.

Oh! Moco! Mi moco!
Esto no rima ni a tiros.
Da igual.
Me lloran los ojos y no puedo leer.

lunes, 2 de enero de 2012

Cocina de fin de mes

Procuro comer bien, ingredientes frescos y cocinados en casa. Más o menos lo consigo, pero hay épocas en los que, por falta de tiempo y energía, la parte culinaria de mi vida queda relegada a un segundo plano, y la compra, como la mayoría de curritos, la hago los sábados, por lo que el jueves ya escasean las provisiones, y entonces llega el fatídico momento del viernes por la noche. ¿Qué hago para cenar? No hay de esto, no hay de lo otro, sólo queda un culín de nosequé... Pues hala, pedimos pizza o comida china! El tema estaría solucionado si no fuera porque estamos a fin de mes y tampoco está la cuenta corriente para muchos trotes... ¿Qué hacer? Volver a inspeccionar armarios y nevera y juntar en la encimera todo lo que encuentres y echarle valor e imaginación por igual. He aquí una receta que os quitará el apetito, con lo cual iréis a dormir sin cenar pero con el problema resuelto.

Ingredientes:

- Culo de paquete de macarrones
- 2 zanahorias pochas
- Levadura
- 1 huevo de dudosa fecha de caducidad
- 1 yogur natural
- Lata de puntas de espárragos
- Resto de salsa de tomate
- Lata de atún

Preparación:

Corta como puedas las zanahorias, ya que su blanda consistencia no da para más (¿se asemejan en color y textura a la cara de Zaplana? Mejor), bate el huevo con el yogur y la levadura y mézclalo todo en un bol. Cuando eso sea un terrible engrudo, añade el resto de los ingredientes y amásalo. No importa cocer los macarrones, ahorrarás en luz o gas. Ponlo en un recipiente para el microondas e introdúcelo durante 5 minutos. Saca el horror culinario y emplátalo. Decora con el resto de lechuga que tienes ahí, escondido en el cajón de la nevera, suplicando clemencia. Abre el cubo de la basura y tíralo todo. Y acuéstate, mañana vas al super y todo mejorará.