miércoles, 30 de diciembre de 2009

Premios "Cabronazo del Año", edición I (Revisado a 31/12/09)

En éstos días taaan señalados, en los que vivo entre cogorza y cogorza, y tengo el estómago triturando comida las 24 h. del día, me he hartado de escuchar, ver y leer ránkings del año y de la década en los que se evalúan mujeres guapas, sucesos impactantes, personajes relevantes y demás historias, me he decidido a crear un certámen para premiar a la persona o entidad que sea más inútil, villana y mala persona, o lo que es lo mismo, "Cabronazo del Año". El único requisito para optar al ansiado premio es haber estafado, mentido, robado, insultado a la inteligencia de las personas y tener un par de cuentas en algún paraíso fiscal. También basta con haber jodido a alguien, a sabiendas.

Igual son demasiados candidatos, igual añoráis a alguien, no sé. Pero el jurado, compuesto por mi madre, el gato y yo mismamente en un estado de resaca-curdez casi permanente, proponemos a los siguientes candidatos. Entre todos vosotros y yo (que para eso estoy en el jurado, admito sobornos) decidiremos quién merece ser premiado con una fantástica cena con Sauron.


Te espero en Mordor, tomando el aperitivo...


1. Díaz-Ferrán, por tener una compañía aérea que hacía meses estaba en quiebra y se calló como una jodida comadreja, hasta que el asunto le petó en toda la jeta.

2. El Gobierno de España, por reflotar a los bancos, fletar aviones con los pasajeros de Air Comet, gestionar fatal la crisis del Alakrana, y un sinfín de cagadas gastando pasta pública. Lo que me revienta es que a mi vecino, el gobierno no le ha inyectado líquido para sufragar sus pérdidas, en todo caso le ha inyectado el nabo en todo el ojete, ya que su negocio se ha ido a tomar por culo.

3. Mariano Rajoy. Porque es un pesado de cojones. Lo único que sabe hacer es criticar porque sí, sin aportar ninguna alternativa.

4. El PP valenciano al completo. Por tomar a la ciudadanía por el pito del sereno, y chanchullear todo lo que han podido.

5. El PSC, otros liantes y ladronzuelos de poca monta.

6. La televisión en general. No hay nada mejor que adormilarse con el runrún de la caja tonta, pero es que se ha puesto imposible. Tengo el disco duro a tope de películas por ver. Y me niego a pagar tele por cable, que dan más mierda y mucho fútbol.

7. Berlusconi. Ay! No! Éste pájaro no puede estar nominado, que ya lo premiaron con la estatuílla del Duomo.

8. La Iglesia, a excepción de los sacerdotes/monjas que sí hacen algo por el prójimo (no me refiero a evangelizar, sino a ayudar a niños, enfermos y demás). A la clase eclesiástica, que se piensa que todavía estamos en época de la Santa Inquisición. Soltad la pasta pa los pobres, coño! Que tenéis un dineral metido en el Banco Ambrosiano!

9. Obama. Al principio me hizo gracia que saliera electo, muchos ilusos pensamos "nuevos aires en Yankeelandia". Ahora me da miedo. No es el que más manda en su Gobierno, pero sí es el que puede cambiar las cosas, y no tengo demasiado claro cuál es su plan. Y que devuelva el Nobel!

10. Los empresarios del pelotazo inmobiliario. Os habéis enriquecido durante años y ahora lloráis. Que os den por culo, no me dáis pena alguna. Como si os tenéis que poner el mono de trabajo y empezar a abrir zanjas. Mierda pa vosotros, jodidos usureros!

11. Félix Millet, más interesado en su culo que en la música.

12. Hermann Tertsch, por imbécil, liante, facha e hipócrita. Si te va la noche, no te avergüences. Invita a Espe y ¡Asunto zanjado!

13. Izquierda Unida, a petición de Jekill, asiduo comentarista. Pasa tan desapercibida y está tan deshecha que ni la consideré. ¿Para cuándo tendremos un clon de Anguita, que dé más seguridad a la izquierda?


14. Mr. M, a petición propia! M, tu ego no te deja respirar, eh?? (Un saludo, campeón!)

Ale, con que votéis uno o dos, aparte del mío, creo que ya bastará, aunque igual no obtendremos un ganador y tendremos que montar una expedición a Casa Saurón con todos los votados. Así que cumplid con vuestra parte y no seáis perezosos/as, que la carne la pongo yo!

viernes, 18 de diciembre de 2009

Capullos on the road

Cuando uno se pasa horas transitando la carretera, hay una serie de conductores y hechos que pueden producir cierto estrés y generar pensamientos muy oscuros (la mierda, por ejemplo) como los adelantamientos que te hacen frenar para dejarles hueco cuando la caravana es monumental. ¡¡Pero tío!!! (no suele ser una tía, por tanto el sustantivo es sólo masculino) ¿No ves que hay una cola de 25 vehículos por delante de tí? ¿Qué ganas adelantando a uno, gilipollas, si sigues en la caravana y encima haces que los demás frenemos por tí, a ver si nos estochamos para hacerte un hueco? Hueco es lo que tienes en la cabeza, que te has dejado la masa encefálica en el taller de tunning. Ya vemos que tienes un coche mejor que el nuestro, pero la cuestión es si eres feliz, pedazo de mamut (pido disculpas a todos los mamuts que estén leyendo estas líneas).

En ciudad también hay carnaza, por ejemplo las Super-mamás que se han comprado un microbús (ah, no! se llama monovolumen!) e intentan desesperadamente aparcar su tanque en un hueco en el que no caben ni por asomo, provocando que los demás estemos unos cuantos minutos viendo su sufrimiento, todo esto en hora punta. Y qué decir de los aparcados en doble fila, que te obligan a hacer eses. Me recuerda al ejercicio de maniobra de la autoescuela, ese que te hacen pasar entre los conos. Por fin he entendido el sentido de ese entrenamiento: esquivar a los doble fila. En ciudad, mejor a pie, porque parándote a dormir media hora cada diez pasos llegas antes que en coche que, para colmo, tienes que conseguir aparcar.

Pero la medalla de oro se la llevan los Microcar, esas mierdecillas con ruedas. Reconozco que están bien para los que no tienen o quieren llevar un coche de verdad, va guai para la ciudad y para aparcarlo, si me apuras sirve bien para una distancia corta... Pero mal, muy mal, por carretera! ¿Te vas a "hacer kilómetros con esto? Pésima idea. Yo abogo por el sistema de Mr. Bean, el que usa con el triciclo coprotagonista de sus episodios: empujarlo a la cuneta. Si un camión o un autobús se encuentran con uno de ésos, como no les es fácil adelantar, se forma una caravana monumental a 40 km/h.

Te odio.


¿Qué hago yo, en todas estas situaciones? Me armo de paciencia, pongo musiquita, pienso ideas para el blog (de estos momentos ha nacido este post) y, de vez en cuando, me permito la licencia de decir palabrotas, sin que los demás me oigan, no sea que me encuentre con un broncas.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

¿Feliz Navidad?

Después de visitar páginas y algunos blogs donde hay Papás Noel cantarines, campanas que se menean (y me la menean), de que te planten mierda villancicos cantados por gatos o perros y copitos de nieve que se deslizan por el fondo de pantalla, me ha reventado la neurona. La verdad es que si este blog estuviera regentado por una persona mamarracha, os enviaría todos mis deseos de paz, amor, salud, felicidad y demás. Lo haría con una imagen tan preciosa como ésta:


Pero como no es el caso, porque este blog es un cuchitril, pero no una mamarrachez, no va por vosotros. De hecho, si gobernara el mundo, suprimiría estas imágenes horteras, y todo lo que representan. Me repatea que solamente por estas fechas se recaude dinero para obras benéficas, me repatea que sólo en diciembre se visiten hospitales y se envíen juguetes a niños necesitados, me repatea la gente que te desprecia todo el año, pero estos días olvida su odio y te adoooraaa...

Parece como si no hubiera enfermos en marzo, o niños necesitados en junio, obras benéficas se pueden hacer todos los días del año... Y esas tediosas cenas y comidas, con gente del curro a la que odias, y con la familia, con la que solamente te ves el 25 de diciembre, básicamente porque no los aguantas... Rebelémonos y hagamos del mundo un lugar mejor: seamos buenos todo el año y declinemos las invitaciones de familiares y del curro si realmente no nos apetece asistir. Y para los que defienden el hipócrita espíritu navideño, he diseñado esta postal tan especial y artística:



Y para vosotros, queridos y queridas mías, solamente desearos un muy buen...
¡¡Feliz No-Cumpleaños!!!!

lunes, 14 de diciembre de 2009

¿Para qué puede servir un pelele?

Mi próximo capricho


El otro día, yendo por la carretera, vi que habían instalado un pelele para avisar a los conductores de que estaban desbrozando los márgenes de la carretera. Levantaba el brazo periódicamente, con un banderín rojo. En seguida sentí deseos de hacerme con uno de estos graciosos autómatas. Pero, pasada la ilusión de los primeros 5 segundos, me vino a la cabeza la siguiente pregunta: ¿Para qué cojones usaré yo semejante mierda? Lo bueno es que yo me fui dando varias respuestas, muy chungas e hipotéticas todas.

Si presidiera la Liga de Fútbol, lo pondría de linier en el "Partido del Siglo". Habría tantas y tantas interrupciones en el juego, que el tiempo que se añadiría sería eterno. De ahí la expresión "Partido del Siglo"

Si tuviera un negocio, lo pondría en la entrada de mi competencia, cambiando el banderín por un sable. Negocio seguro, aunque el establecimiento de al lado parezca una pantalla de videojuego.

Le cambiaría el banderín por un plumero y lo iría cambiando de sitio por la casa. Estanterías relucientes.
Tal cual es el trasto, le vendería la moto a una galería de arte moderno. Igual me dan 10.000

Especial ecología. Le pones una dinamo para que genere energía. Sólo daría para un par de bombillas, pero no contamina.

También puede servir, en los meses de verano, de espantamoscas.

Y en el Congreso de los "Imputados", para mandar callar.

Animaos y flipad un rato conmigo. ¿Qué uso le daríais al cachivache éste?

domingo, 13 de diciembre de 2009

En la consulta del Dr. Burruño

El Dr. Burruño preparando Trankimazin

El Dr. Burruño, Honoris Causa en Ciencias Corruptas y Psiquiatra en sus ratos de ocio, ha tenido la amabilidad de violar el Código Ético y facilitar una copia de la sesión que le realizó a Tiger Woods.

Dr. Burruño: Cuénteme, ¿a qué se dedica?
Tiger Woods: Soy golfista profesional, aunque ahora mismo lo he dejado.
Dr. Mmmm... Interesante.
T. Es que le he sido infiel a mi mujer, por eso he dejado el curro, a ver si estando más rato con ella puedo recuperarla.
Dr. Pero eso de dejar el curro por haberle metido el palo de golf en hoyo ajeno, no sé yo... Tendrás una buena cuenta corriente que te sirva de cojín. De hecho, seguro que no te hace falta volver al tajo. Es usted un privilegiado, el común de los mortales no deja el trabajo porque ha sido adúltero.
T. Ya, pero necesito ordenar mis ideas y mi palo.
Dr. Usted no entiende la gravedad de los hechos. No el adulterio, que eso va pasando, si no el dejar el trabajo. Figúrese usted la misma situación para cualquiera de los asalariados que andan por nuestras calles: "Jefe, dejo el curro, que me he trincado a la Manoli a espaldas de la Mari". Pero usted no, hace un comunicado oficial y lo ventila. Seguro que nuestro asalariado no le diría a su mujer que ya no curra y, en horas de trabajo, se va a ver a la Manoli.
T. Pero eso es inmoral, Doctor, no me está ayudando demasiado...
Dr. Bueno, puede usted tomarse veinte Trankimazin diarios y no pensará. Total, conducir no tiene que conducir, no tiene que ir al curro y seguro que tiene chófer. Y riéguelo con un par de copitas de brandy para un efecto inminente y total. Aparte así inhibirá sus deseos sexuales.
T. No sé si su terapia es muy buena idea... No querré saber de adulterios, pero tampoco querré complacer a mi señora. Probaremos a ver qué tal... ¿cuánto le debo?
Dr. A ver... 1.000 de los trankimazines, 10.000 de la visita, 5.000 por abrirle un historial médico... Son 16.000 eurazos.
T. Espere, que creo lo llevo hecho... ¿Tiene cambio de un billete de 20.000?

sábado, 12 de diciembre de 2009

Como tener la casa como un cerdo

Éste es el título del último librucho que me he leído. Su autor, P.J. O'Rourke, lo escribió en 1987, dando algunas pautas para ser el perfecto soltero y tener la casa empantanda pero, por contra, ahorrar tiempo y dinero en la limpieza del hogar. Transcribo algunos fragmentos para vuestro deleite (o para que le deis al botoncillo de arriba a la derecha de la pantalla que cierra esta mierda). Por cierto, es más ameno si lo leéis tomándoos un katxarri (J&B, vodka, orujo o loque).


La teoría es que la limpieza, al igual que la seducción, debe seguir una dirección descendente: desde el techo hacia abajo. No hace falta ser muy listo para comprender que la teoría es una estupidez, porque la gravedad ya se encarga de eso; si hubiera porquería en el techo, se caería al suelo. Lo mismo pasa con las paredes: la porquería se desprende y cae al suelo. En cuanto a la suciedad del suelo propiamente dicha, lo mejor es no tocarla porque se sube rápidamente a las paredes y al techo. Pero, ¿con qué frecuencia hay que limpiar la casa? Una vez por novia.

Toda cocina debería tener su friegaplatos, de preferencia que sea mona y no lleve puesto más que el delantal. En su defecto, se puede recurrir al método minimalista para evitar los platos sucios, que consiste en no usar más que dos palillos y el hueco de una mano. También hay un método maximalista: comprar los platos por cajas enteras en ventas al por mayor. Al acabar cada comida, mete los platos en la pila y deja correr el grifo hasta cubrirlos de agua. A continuación, vacía una docena de paquetes de gelatina. Cuando se tiene otra tanda de platos sucios, repite la operación. Por último, cuando el fregadero está casi lleno, introduce dos tapaderas en la última capa de gelatina, sin cubrir las asas. Una vez bien cuajada esa masa, tira con fuerza de las tapaderas para desmoldearla de la pila, lo echa todo a la basura y se van a comprar más platos.

Para tener limpias las sábanas, no hay más que emborracharse todas las noches y quedarse dormido encima de la cama. Si ya tienes sábanas sucias, amontónalas en medio del salón. Quizá pasen por una muestra de arte moderno.

Toda la comida del auténtico soltero va frita, preferiblemente con aceite de oliva, manteca o mantequilla, pero nunca con aceite de soja, margarina ni ningún otro sucedáneo de grasa que sea bueno para la salud. La grasa es el ingrediente clave de la cocina de un soltero.

Receta de cocina:
Desayuno estándar "Tirado de Fácil". Desmenuza con la mano cuarto de kilo de bacon, échalo en la sartén y deja que suelte toda su grasa. Casca un par de huevos en una fuente y vete cubriéndolos con la grasa hirviendo hasta que veas que están hechos. Se sirve con aspirina y una copa de vodka.
Auténticas hamburguesas: Manosea bien la carne picada y aplástala con una piedra. Fríela a fuego bien fuerte para que se salpique todo. Añádele montones de sal y pimienta y los bollos para hamburguesas más asquerosos que puedas encontrar. Si la quieres con queso, usa quesitos, ya que el queso de verdad no se derrite ni con lanzallamas atómico.
Chisme de atún: esta receta es asquerosa, pero sirve para demostrar a madres y novias que se dominan los fogones. Échese a la trituradora un puñado de atún en aceite con sopa de champiñones y una lata de guisantes. Debe quedar espesito. Viértase la masa obtenida en algo que no explote dentro del horno y desmíguense patatas de bolsa por encima. Déjese en el horno el tiempo que se tarda en ver un partido de fútbol en la televisión.

Enorme juerga borrachil. Ésta es una de las ocasiones en las que se pueden aprovechar los conocimientos prácticos del soltero. Para el soltero, las fiestas no tienen secretos. En realidad, un buen soltero es él mismo una fiesta viviente. Por lo menos, eso es lo que me dijo mi novia cuando encontró las botellas de ginebra debajo del sofá. Creo recordar que sus palabras exactas fueron: "Eres una inmundicia borracha y repugnante". Y esa es una buena descripción de lo que son las fiestas cuando salen bien.

Bien. Si has llegado a este punto, has sido premiado. Mándame 200 € y recibirás un Audi A3 o un Mercedes Clase 10, a escoger. Premio garantizado.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Trauma de Navidad

Reaparezco después de unos cuantos-muchos días sin publicar. No me ha pasado nada en especial que me privara de escribir, simplemente que entre el curro, la casa y el ocio, poco tiempo me quedaba, y la verdad, antes que escribir una chorrada que ahuyente a los cuatro que me leéis, prefiero callarme. Lo de hoy, roza la chorrada o lo es, pero ahí queda.

Hoy he decidido desnudarme cibernéticamente. Os contaré una historia que ha hecho mella en mí, sucedió cuando era una criaturilla de 6 o 7 años. My mother se fue al supermercado por estas fechas para abastecerse y, como eran tiempos mejores y más modernosos, el patético Papá Noel que tenían en la entrada del establecimiento le comentó que regalaban pollitos para los hijos de los clientes, y ella arrambló con dos, pues tiene dos vástagos, incluyéndome a mí. Chachi!! LLega a casa, nos cuenta el paripé que todos conocemos (Papá Noel, los Reyes Magos y los políticos no distan mucho, en cuanto la palabrería, pero sí en las ilusiones que nos causan) y nos da un pollito. Al mío le pinté una raya con un rotulador azul en la cabeza, para distinguirlo. No me acuerdo del nombre que le puse, tampoco recuerdo si tenía esperanzas de que se convirtiera en una mascota interesante y que supiera hacer trucos, pero sí recuerdo el fatídico día que mi mierdecilla de pollito no estaba en su caja, pero sí el otro. My mother me contó una milonga, que se había ido volando, y me lo tragué.

Navidad tras Navidad me acordaba (y me acuerdo) del jodido pollito de los huevos, hasta que, unos años después, my mother me contó que la jodida gata se comió el jodido pollito. Mintió no afectarme. Quizá actuó bien, quizá no. Lo que está claro es que me cascaba todos los reportajes de animales de La 2, donde también hay depredadores que se comen a otros bichejos más débiles. Podría haber aprovechado para explicarme la cadena alimenticia, así hubiera aprendido algo de aquella experiencia.

La Navidad me la pela. Me parece un enredo, hace tanto que salen copitos de nieve en las teles, que hay Papá Noel en los escaparates y que se oyen villancicos que ya no aguanto más la mierda esta. Lo único con lo que quiero quedarme es con los días festivos, las interminables borracheras y el buen comer. Pero recordad, evitad la familia al máximo: las comidas siempre acaban con bronca.

PS. Si queréis contar vuestro trauma infantil o navideño, he aquí vuestra ocasión.