miércoles, 16 de septiembre de 2009

Alguien no pensó a tiempo

Me paso el día trabajando, atendiendo llamadas de trabajo, dentro del coche, párate en el supermercado, hazte la comida, recoge la ropa, trata con la intratable administración pública, hazles algo de caso a tus progenitores, falsea cuando estás hasta los huevos de escuchar a gente que te parece idiota... Fiel reflejo de todos nosotros, no creo que ningún cocainómano adinerado pendiente de sus mierda de encuentros sociales lea esto... ¿Cuándo se dió el punto de inflexión en el que la mayoría de la población se ve atada por múltiples compromisos que, al final, solamente sirven para pagar facturas?

¿A qué viene esto? Simple. Basta con mirarme al gato y ver que su única preocupación es procurarse comida, mimos cuando él quiere, cagar a ratos y dormir panza arriba. No digo que todos los animales vivan en este estado, pero la mayoría están despreocupados. En algún momento el hombre vivió así, pero la cosa ha avanzado.

Me atrevo a decir que todo esto empezó hace miles de años a.C., con las primeras civilizaciones registradas que tenían una organización política. Con el paso de los siglos el sistema ha ido variando, con mejoras o no, pero siempre ha existido un amplio grupo de personas que "pringaban". No pretendo dar una clase de historia, no es el tema y tampoco lo domino, pero lo que está claro es que, a pesar de diversas revoluciones populares, no hemos conseguido nada. Es más, creo que cada vez la cosa va peor. Tenemos más obligaciones y menos satisfacciones. Si tuvieramos tiempo y nos paráramos a mirar las caras de la gente que nos cruzamos por la calle, nos daríamos cuenta de que muy pocos sonríen y casi todos van con el ceño fruncido. Esto no es natural.

Si de mí dependiera y no hubiera tanto tarado, creo que las cosas serían más agradables si se viviera en pequeñas sociedades, donde no afectara lo que haga un cabronazo que vive al otro lado del Atlántico, donde hubiera cooperación, las decisiones se tomaran entre todos y no hubiera ni un atisbo de capitalismo. Tipo amish sin toda su mierda de religión y más moderno. Probablemente no escibiría esto en un blog, pero hablaría de otras cosas con el trasero puesto en algún rincón tranquilo al lado de otra relajada persona, fumándonos un canuto de la marihuana común.

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