jueves, 23 de enero de 2014

Propósito de Año Nuevo

Correcto, no es el Día de la Marmota, pero parece que para mi sí. Igualmente correcto es que enero está acabando, pero es que hoy me viene bien hacer el propósito de intentar escribir por aquí, me añoro del blog, la verdad. Escribir de vez en cuando es terapéutico, además el gato agradece que no le dé la paliza siempre a él. Y hacer propósitos a principio de año es muy fashion: pasaos por los gimnasios a ver lerdos que se creen que, si se pasean entre las máquinas y levantan un par de mancuernas, ya son "lo más"; o los que dejan de fumar; o los que se ponen a estudiar; o [añada aquí la actividad que durará a lo sumo hasta San Valentín, días de otras preocupaciones para el rebaño en el que se ha convertido la sociedad]. 

Es terrible lo mierdas que son los humanos, han conseguido tenernos adocenados y distraídos, hiperestimulados con el consumo. Vamos a trabajar para ganar mierdinero (apócope de mierda de dinero) que servirá para que lo gastes en cosas superfluas y servicios con costes hinchados. Entras en el sistema y te adaptas, o ya eres un antisistema. Pero es que el mundo no es binario, hostiaputa! Por qué narices me obligan a escoger constantemente? En todos los ámbitos, para cualquier cosa. Ah, sí! Para que las jodidas multinacionales y la banca sigan engordando. Y mientras, nosotros, vestidos con traje gris, vamos cada día a producir. Y así cíclicamente y sin puerta trasera por la que escabullirte.

En los últimos tiempos tengo pocas ocasiones y energías para sentarme a escribir. Cambios de vida, lo llaman unos, putadas, los otros. Yo no tengo claro si voy a llegar a algún sitio, me siento en un punto de no retorno. La verdad es que mi día a día es una prueba constante de paciencia. Lo que depende de mí, creo que es organizado y noble. Lo que depende de otros... no lo tengo tan claro. Y algunas personas piensan como yo sobre sí mismas, me he ido cruzando con ellas, hemos caminado una temporada juntos y hemos soñado con un mundo mejor. Pero lo que he visto claro que somos unos pringados en mayúsculas. Vamos a manifestaciones de mierda organizadas por sindicatos repletos de personajes que se dedican a reclamar intereses propios (no todos, por supuesto, pero sí demasiados...) a menear las manos en alto. Huelga general, todos queremos cambiar todo, clamamos, y al día siguiente todos a vestir de gris y a seguir produciendo. 

Señores míos, los grandes cambios en la historia han sido a base de hostias y muertos, yo me ofrezco a morir o asufrir heridas por cambiar la chufa esta del capitalismo. Si todos fuéramos valientes, si nos diéramos cuenta que vamos camino de no tener nada que perder, montaríamos una revolución de cagarse la burra. Esto solo se arregla con muchos muertos. Porque, la verdad, la dignidad, que es lo último que debería perderse, hace ya un tiempo que nos la han arrebatado.

Bien, vale, que entonces por qué estoy en el sofá quejándome y no salgo a la calle y blabla. Pues porque no serviría de nada!! Tiene que pasar algo a lo grande y a escala mundial. Hostias dadas de abajo a arriba. Lo siento, esta idea es emo, retorcida, cruel y todo lo que queráis,.pero es que, en número, superamos a los hijosdeputa que se han autoproclamado decididores de nuestra existencia. Os aseguro que al menos recobraríamos la curiosidad y la ilusión por ver qué nos depara una nueva era.

Mañana me toca ponerme el traje gris nuevamente (siempre buscando ser feliz, eso siempre y a saco) e intentar no perder mi identidad, mi opinión y no hacer cosas que van contra mis principios. Muchos disgustos cuesta, pero vale la pena. Sobre todo, que no os minen la autoestima si estáis en una situación delicada. Por suerte, yo no puedo quejarme de mi situación, y no lo hago, cosa que sí hacen constantemente otros que están por el estilo que yo, pero eso no quita que debamos plantar cara por otros, exigir lo que es lógico, opinar sobre lo incorrecto. Queréos mucho, analizad las cosas y sed fieles a vuestros principios. Lo importante es dormir en paz con uno mismo, a los demás que les den. Esto acabará petando...

PS. La próxima entrada será un chorri-texto, que hay que reírse mucho, tú! Así tendremos arruguitas y leeremos en la Vogue que hay que inyectarse nosequé para quitarlas (que cuestan mierdinero, claro. Lobby de los cirujanos...). Y el sistema seguirá. La banca siempre gana... o no.