Pues eso. Aparte de que odio las largas colas, las madres que van con el cochecito del niño empujando y fastidiándole las espinillas al prójimo y las diversas tretas que usan los empresarios para sacarnos las pelas (prestad atención a los packs ahorro de cualquier producto, suelen ser más caros que los envases individuales), lo que más miedete me dan son las cajeras, que cobran a destajo y pueden cometer algún que otro error, maximizándose en el caso de ser sus primeros días.
Me tocó. La cajera que me atendió, novata y muy nerviosa por las pedazo de colas que se iban formando, tecleaba y pasaba códigos estando al borde de un ataque de nervios. Y he aquí un escaneo de parte del ticket. Para ahorraros rebuscar en el listado, he encuadrado un artículo que es para fliparlo. Observad bien:
Me tocó. La cajera que me atendió, novata y muy nerviosa por las pedazo de colas que se iban formando, tecleaba y pasaba códigos estando al borde de un ataque de nervios. Y he aquí un escaneo de parte del ticket. Para ahorraros rebuscar en el listado, he encuadrado un artículo que es para fliparlo. Observad bien:

¿Cómo creéis que terminó la historia? ¿Se dió cuenta la histérica y novel cajera? ¿Me dí cuenta yo? ¿Me abonaron la diferencia? Si alguien acierta, se le enviará una botella de Ribera reserva, pero sólo el casco, que el interior ya pasó a mejor vida el domingo a la hora de comer.
La respuesta, mañana a eso del mediodía.
Vaya un error... pedazo de cagada. A ver si adivino que paso: ella no se dio cuenta. O te la diste tu o pagaste sin mas y te tiraste de los pelos al llegar a casa. ¡¡Un saludo desde Cinco Links!!
ResponderEliminarSupongo que lo notaste... ¿O pagaste sin dudar una cuenta de 141 euros? No lo creo...
ResponderEliminarApuesto a que pagaste pero que te parecía muy raro, y en el supermercado mismo te fijaste en el ticket... con lo cual reclamaste y te devolvieron el dinero.
ResponderEliminarUy, veo que hay segunda parte. Pero seguro que he acertado.