domingo, 8 de noviembre de 2009

Privacidad

SITEL, o sistema integrado de interceptación telefónica, es un sistema que se empezó a usar en 2004, coincidiendo con los atentados terroristas del 11-M. Éste permite interceptar llamadas telefónicas y controlar la localización geográfica de los interlocutores, aparte de controlar el correo electrónico, todo bajo mandato judicial. Hasta ahí, objetivamente, resulta interesante el sistema, ya que en el caso Gurtel y en casos varios de narcotráfico, terrorismo y corrupción se podrán aportar pruebas y poder así juzgar convenientemente. Por cierto, el sistema lo compró el gobierno del PP.

Ahora resulta que se ha creado una gran polémica porque se usa este sistema de una manera "secreta". La Asociación de Internautas y colectivos varios, encabezados por el PP, han puesto el grito en el cielo porque se puso en marcha con poca cobertura legal, y que ahora es controlado veladamente por órdenes ministeriales. Exigen que el uso se haga de manera transparente y más reglada, ya que si no creen sirve para controlar a todos por igual, y no hay privacidad alguna.

Bueno, hasta ahora, datos y más datos. No digo que el procedimiento del gobierno sea el correcto porque no soy jurista, pero sí que tengo claro que es necesario un sistema de este tipo, usado siempre por orden judicial. Y a la Asociación de Internautas les diré que si quieren privacidad, no accedan a la red de redes, básicamente porque constantemente estamos dando datos personales y dejando un rastro de actividad. En el momento que cliqueo para acceder, ya sé que dejo huella, y lo asumo. No es ahora que ha empezado a suceder esto, pero es ahora cuando lo denuncian oportunistamente.

Y lo de registrar la SIM de los teléfonos móviles, me parece muy bien, pero si no se controlan las SIM procedentes de Francia y Marruecos, que en España funcionan, la medida no es infalible.

¿Privacidad o control? Pues no sé. Está bien que cada uno pueda hablar y escribir sin miedo a ser espiado, supuestamente se hace si eres sospechoso de lo que sea, pero cabe la duda razonable de si siempre es así. También cabe recordar que estamos controlados por el sistema de otras formas: Hacienda, Seguridad Social, los bancos, nuestro Ayuntamiento, el Gobierno autonómico, el carnet de la biblioteca, el de fan de Dragones y Mazmorras... Si uno quiere resultar completamente inocuo y anónimo que se vaya a una isla del Pacífico. Ah, no! El billete del ferry nos delata...

1 comentario:

  1. ¿Privacidad o control? Hay mucha hipocresia i incoherencia con todo ésto.
    Un ejemplo: algunos programas de préstamo para bibliotecas (americanos) no permiten conocer el historial del material prestado a los lectores, por razones de privacidad e intimidad (y porque mediante tus lecturas se pueden conocer tus neuras, tu ideología...). Ni siquiera los propios usuarios pueden acceder a su propia información.
    En cambio, cuando llegas a un aeropuerto de EEUU pueden dejarte literalmente en pelotas, retenerte, registrarte y, si llevas un portátil, mirártelo de arriba abajo.
    Está claro que el Gran Hermano está ahí. Siempre lo ha estado y de cada vez más.

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