Hace unos días nos vienen machacando en los telediarios con el juicio en el que se acusa a Antonio Puerta, un tipo que estaba agrediendo a su novia, de agredir al profesor Neira, que salió en defensa de la muchacha. Obviad que el tal Puerta es un degenerado, obviad también que Neira es un ciudadano como dios manda y centraos en el testimonio de la chavala. Dice que su novio no la agredía, incluso sigue manteniendo una relación con él, y va a menudo a visitarlo a la cárcel, de la que espero no salga en mucho tiempo.
A raíz de las declaraciones de esta chica se me ponen los pelos de punta. Porque además no es la única mujer que vive una situación parecida y sale en defensa de su hombre, o no presenta una denuncia por malos tratos. En las últimas décadas, la mujer ha luchado mucho por tener una posición igual que la de los hombres (las feministas radicales pretenden ser más, pero eso es otro tema), también se está luchando por acabar con los hombres que pretenden convertir a su mujer en un ser inferior y servil a base de hostiarla. Fatal que, sintiéndose inseguros como individuos, quieran crecerse metiendo leña a su pareja. Pero fatal también que algunas mujeres se callen, asuman y lo encuentren normal.
Suerte que muchas se arman de valor y denuncian lo que les pasa. Suerte también que haya gente anónima que trata de impedir agresiones. Mala suerte que haya mujeres que no se quieren lo suficiente para remediar la mierda de vida que les hace llevar el que se supone que las ama.
A raíz de las declaraciones de esta chica se me ponen los pelos de punta. Porque además no es la única mujer que vive una situación parecida y sale en defensa de su hombre, o no presenta una denuncia por malos tratos. En las últimas décadas, la mujer ha luchado mucho por tener una posición igual que la de los hombres (las feministas radicales pretenden ser más, pero eso es otro tema), también se está luchando por acabar con los hombres que pretenden convertir a su mujer en un ser inferior y servil a base de hostiarla. Fatal que, sintiéndose inseguros como individuos, quieran crecerse metiendo leña a su pareja. Pero fatal también que algunas mujeres se callen, asuman y lo encuentren normal.
Suerte que muchas se arman de valor y denuncian lo que les pasa. Suerte también que haya gente anónima que trata de impedir agresiones. Mala suerte que haya mujeres que no se quieren lo suficiente para remediar la mierda de vida que les hace llevar el que se supone que las ama.
Tal vez sea esta la primera vez que no estoy de acuerdo contigo al cien por cien.
ResponderEliminarCoincido con lo que dices en su mayoría, pero ¿de verdad que este es realmente un caso de malos tratos? ¿En serio ella no dice la verdad? Y sobre todo, cuánto tiene el profesor Neira de ciudadano ejemplar realmente?
No sé... Tal vez yo vea cosas donde no las hay, pero estoy convencido de que no todo ocurrió ni está ocurriendo como algunos, incluyendo a Neira, están intentando hacernos creer.