Exigencias estéticas

Con la llegada del buen tiempo, la publicidad de productos anticelulíticos, Corporaciones Dermoestéticas, dietas milagro, cápsulas adelgazantes y demás, inundan revistas, páginas web, televisores y vallas. Que las mujeres se preparan para pasear palmito por la playa es una realidad, pero lo que no es tan real es que estos productos hagan que su cuerpo parezca el de cualquier modelo de las que se alimentan oliendo lechuga. En dos semanas no se van las lorzas producto de toda la fritanga del invierno, eso seguro. Pero ellas, a lo suyo, alimentando al sistema. Vete a correr y come bien durante todo el año, que lo demás viene solo.

¿Por qué ésta obsesión por el físico estupendo? Pues porque la sociedad así lo quiere. A la mujer, y cada vez más a los hombres, se les exige una vestimenta cool, un buen físico, tener estudios, ser cultos, modernos... ¿Y esto qué es? Pues un nuevo plan para vaciarnos los bolsillos. Hazte una liposucción, come yogurts vitalínea, usa esta carísima crema para mantener firmes las tetas, ponte noséqué para el contorno de los ojos, usa aftershave después de afeitarte... La realidad es que, veladamente, se menosprecia a las personas que van aseadas pero que no entran en los cánones de Ralph Lauren. Y si no, vean el programa de no sé qué cadena en la que sacan "Mujeres ricas" que es para darle una sarta de hostias adelgazantes con B-caroteno: "Ay! Mi marido me dice que escoja entre el Miró o un abrigo carísimo de pieles" Anda y vete al WC, que las pastillas laxantes que desayunas ya deben hacer efecto.

Seguro que alguna vez habéis oído o, incluso, os ha pasado, que en una entrevista de trabajo "no dáis el perfil". Dicho de otra forma, no estáis buenos/buenas. Es injusto a todas luces. Todavía recuerdo, años atrás, cuando el departamento de RR.HH. de Sánchez Carvajal tiró documentos de entrevistas de trabajo con ofensivas frases: "tiene cara de cochinillo", o "es bajito". Pero iban limpios y decorosos? Mostraban aptitudes para el puesto? Eran responsables? Excepto, a lo mejor alguno, sí. Esta reflexión es un signo más de que la sociedad está enrarecida, tiene prejuicios y no valora las capacidades sino ser una Barbie o un Ken. Eso sí, hablando cuatro idiomas, con dos máster y máximas habilidades sociales.

Queridos y queridas míos y mías, recordad que se acaba el plazo para votar en la encuesta. Que vote yo y el gato no me vale de mucho. Ale, haced un clic, que son 3 segunditos de nada!